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Pescado
No podemos dejar atrás uno de los alimentos por excelencia para estas fechas: el bacalao. Podemos encontrarlo en un sinfín de recetas, desde las tradicionales hasta que dejemos volar nuestra imaginación creando elaboraciones muy originales. Te vamos a dar un par de ideas para que puedas ponerte manos a la obra y sorprender a los tuyos con recetas de pescados espectaculares.
Ventrescas de bacalao al caramelo de tomate
e presentamos una receta realmente original pero con la base tradicional. ¿Te atreves a probarla?
Ingredientes:
• 4 piezas de Ventresca de bacalao (Art. 8522)
• 500 g de Tomate troceado (Art. 8754)
• 150 g de azúcar
• 1 cebolleta
• 100 g de queso Cheddar
• 200 ml de nata liquida
• Aceite de oliva virgen extra
• Cebollino picado
Preparación:
Comenzamos nuestra receta introduciendo en una sartén el azúcar y lo removemos hasta que empiece a hervir. En ese momento, volcamos el tomate y lo vamos removiendo a fuego medio hasta que se reduzca toda el agua y quede caramelizado.
Por otro lado, precalentamos el horno a 180ºC, untamos aceite en una bandeja apta para horno y colocamos las ventrescas. Las cocinamos durante 15-20 minutos y reservamos.
Para preparar la salsa, en una sartén con un poco de aceite, rehogamos la cebolleta muy picada, añadimos el queso y dejamos que se funda. Cuando haya fundido añadimos la nata y esperamos a que se espese ligeramente.
Emplatamos colocando un fondo de tomate caramelizado, el bacalao, y lo cubrimos con la crema de queso Cheddar. Terminamos decorando nuestro plato con el cebollino picadito.
Filetes de bacalao al horno con pimentón
También te dejamos esta otra receta, algo más tradicional, ¡pero igualmente deliciosa!
Ingredientes:
2 Filetes de Lomo de Bacalao (art. 8477)
Harina
Ajo picado (art. 8771)
1 vaso de vino blanco
½ vaso de aceite de oliva
1 cucharada de pimentón
1 cucharada de perejil picado (art.11012)
Preparación
Calentamos en una sartén antiadherente un poco de aceite. Enharinamos los filetes y los marcamos por los dos lados durante dos minutos. A continuación, escurrimos en papel de cocina y los colocamos en una bandeja para horno.
En la misma sartén, freímos un puñadito de ajo picado y justo antes de que empiece a dorar echamos el pimentón y lo freímos. Seguidamente volcamos el vino para que el pimentón no se queme y dejamos reducir hasta evaporar el alcohol unos 2-3 min. aproximadamente.
Precalentamos el horno a 200ºC y mientras, preparamos en un mortero una majada con el perejil, el diente de ajo sobrante y un poco de aceite. Cuando esté bien majado, lo volcamos sobre los filetes y colocamos la bandeja en el horno a media altura durante unos 10 minutos y después… ¡A servir!
Platos de cuchara
Siempre apetece un buen plato de cuchara calentito, ¿verdad? ¡Pues es uno de los platos que más se cocinan estos días! Puedes hacerlos de garbanzos y espinacas (conocido como potaje de vigilia) o incluso añadirle algún otro ingrediente que haga de tu elaboración algo realmente especial.
Postre
No nos íbamos a dejar atrás la parte más importante de cualquier menú…¡el postre! Como ganador absoluto en estas fechas… tenemos que hablar de las torrijas. ¿Qué podemos decir? No hay otro alimento con más seña de identidad de Semana Santa que este: torrijas y postres es sinónimo de felicidad. Aunque se pueden comer en cualquier época del año, es ahora cuando cobran una mayor importancia robando protagonismo a otros elementos de la mesa. Ya sabes lo que dicen…¡deja sitio para el postre! Desde bofrost* te las llevamos directamente a casa, para que puedas saborear una de las recetas más tradicionales que existen. Si quieres conocer la receta de las torrijas, te dejamos unas pinceladas: elaboradas a base pan en leche, huevo, azúcar y canela…¡Deliciosas!
Pero…¿sabes algo de su origen? Allá por el s. XV comenzaron a elaborarse tal y como las conocemos hoy en día. Era en épocas difíciles cuando salían a la luz, ya que con sus ingredientes básicos, era muy fácil conseguirlos a la par que nutritivo. Además, también se les solía dar a las mujeres embarazadas, ya que se trata de un alimento reconstituyente y lleno de energía. Fue siglos más tarde cuando se asoció esta delicia a la Cuaresma, donde servía como sustituto por la falta de carne y ayuno típicos de Semana Santa.