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Por fin llegó el día más ansiado por los más pequeños de nuestro hogar. Un día que nos regala momentos inolvidables, sonrisas indescriptibles y abrazos llenos del amor más puro que puede existir. Una jornada llena de tal emoción que nuestros sentimientos se ponen a flor de piel para vivir junto a los nuestros la verdadera magia de la Navidad, le llegada de los Reyes Magos.
El ritual del momento más emocionante de las fiestas navideñas comienza mucho antes de que llegue nochebuena, todo empieza con la carta a los Reyes Magos. Ese escrito tan importante y tan valioso para los peques de nuestro hogar. Un documento lleno de juguetes pero sobre todo de ilusión. Sin embargo, estos momentos también traen consigo tradiciones no tan emocionante saludablemente hablando, ya que en estos días y sobre todo la tarde de Reyes, se fomenta de manera potencial la ingesta de dulces, caramelos, azúcar, etc.
Con esto no queremos decir que se supriman estas delicatesen azucaradas ni mucho menos, ya que lo especial de estas fiestas también es esos pequeños momentos que endulzan nuestra vida. Sin embargo, si es cierto que recomendamos y aconsejamos un consumo moderado de dulces, bollerías, “chuches”, etc. Intentando sustituir estos en algunas ocasiones por otros alimentos con una composición mucho más reducida en azúcar.
Por ejemplo, habrá momentos en los que es inevitable la ingesta de productos con un alto porcentaje de azúcar, pero seguramente en otros si los podremos evitar. Si por ejemplo, sabemos que la noche de Nochebuena, nochevieja o la tarde de Reyes vamos a hacer un consumo un poco superior al habitual, que nuestro desayuno, almuerzo o merienda y el de nuestros hijos sea completamente saludable. Tenemos que pensar que si en alguno de estos momentos tomamos turrón, mazapanes o otros alimentos navideños en otro momento del día podremos consumir fruta, frutos secos, etc.
Asimismo, también tenemos que ser conscientes de la educación alimenticia que le damos a nuestros hijos para hacerles ver que no todo en Navidad es comer dulces. Por lo tanto, si le hacemos ver que hay postres deliciosos que no tienen por qué ser azucarados. Asimismo, acciones tan sencillas como poner la comida a los camellos les hace ser más responsables, ya que si ven que en lugar de dulces les dejamos un zumo, fruta o cualquier otro alimento saludable comprobarán que la alimentación sana es tan importante que les da la fuerza suficiente a unos de los personajes más importante de la noche de Reyes.
Seamos conscientes y consecuentes de los valores que inculcamos a nuestros pequeños, y aunque no eliminemos de su dieta los productos azucarados bien es cierto que su consumo debe ser moderado. ¡Vive un día lleno de momentos inolvidables de una forma saludable!