Después de las comidas navideñas, ¡cuídate de nuevo!

La Navidad es un periodo de celebración, fiestas y comilonas. Éstas últimas conllevan a veces ciertos riesgos que deberíamos tener en cuenta antes de lanzarnos de cabeza a las celebraciones navideñas. Comer con control, disfrutar de cada bocado o dejar pasar el tiempo necesario entre comida y comida son algunos de los consejos que vamos a ofrecerte, ¿nos lees?

Comer con moderación

Comidas y cenas con cantidades enormes de comida pueden cuadruplicar la posibilidad de tener un infarto del corazón ¡sólo dos horas después de haber comido! Cuando una persona consume grandes cantidades comidas, especialmente muy calóricas, el aparato digestivo tiene que trabajar mucho más para digerir todo ese exceso. Según los expertos, después de una comida excesiva, el corazón tiene que trabajar a gran ritmo durante 6 horas para ayudar a hacer la digestión. A todos nos gusta disfrutar del placer de comer y en fechas navideñas preparamos grandes mesas pero uno de nuestros consejos es comer con moderación. Comer con moderación a veces es difícil, pero resulta igualmente placentero y acaba siendo más saludable. Moderar la ingesta de aperitivos, reducir las raciones de los platos que vayamos a servirnos, controlar el consumo de alcohol aunque vayamos a estar en casa y no abusar de dulces que hacen muy pesadas las digestiones son las mejores recomendaciones para estas fechas.

Entre comida y comida, ¡muévete!

Todo el año somos conscientes de la importancia para nuestro organismo de hacer ejercicio y movernos pero a menudo olvidamos este hecho durante las fiestas y nos volvemos mucho más sedentarios. Y es que las vacaciones están para descansar y relajarse, pero moverse un poco entre comida y comida nos ayudará a asimilar mucho mejor todos los nutrientes ingeridos, así como a quemar algunas calorías y hacer hueco a las siguientes, ¿te apuntas?