Cuatro mitos sobre la alimentación que te dejarán helado

A lo largo de nuestra vida siempre nos han dado multitud de directrices a la hora de alimentarnos e infinidad de consejos que con el paso del tiempo hemos podido comprobar que no eran tan ciertos como nos hacían creer. Mitos y falsas creencias que nos han acompañado durante años y que ahora descubrimos.

La fruta después de la comida engorda

La fruta tiene las mismas calorías la ingieras cuando la ingieras ya que no influye en ningún caso el orden en el que sean tomadas. Sin embargo, según especialistas en alimentación  el origen de este mito puede provenir de que la fruta tiene altos contenidos en fibra y por lo tanto provoca una sensación de saciedad por lo que puede llegar a reducir tus ganas de comer si las tomas antes de cualquier comida. Una dieta saludable y equilibrada debe incluir al menos el consumo de tres piezas de fruta al día ya que es fundamental para obtener determinadas vitaminas y minerales.

El pan engorda

¿Cuántas veces hemos escuchado que comer pan engorda? Seguro que en infinidad de ocasiones, pero en esta ocasión es una afirmación errónea según expertos en alimentación, ya que no se debe eliminar totalmente de nuestra dieta los hidratos de carbono aunque estemos a dieta. El pan no engorda por sí solo sino que suele engordar lo que le acompaña; como por ejemplo salsas o mermeladas.

Los alimentos congelados son menos nutritivos que los frescos

La carne, pescado, verduras, etc. congeladas tienen las mismas propiedades que frescas ya que el proceso de congelación no altera las cualidades de los alimentos y los mantiene igual, incluso en el caso de las verduras congeladas las vitaminas que tienen después de ser cocinadas son similares a las que tienen las frescas tras ser cocinadas de igual forma.

Saltarse alguna de las comidas te ayuda a adelgazar

Según expertos en nutrición es totalmente falso ya que saltarte una comida del día puede provocar el efecto contrario. Lo ideal es distribuir las calorías diarias necesarias en cinco comidas para aportar al organismo energía de forma constante y de esta forma acelerar el metabolismo incrementándose el gasto calórico y minimizando el almacenamiento de grasas.