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El verdadero secreto de una piel bonita comienza con una buena alimentación, rica en nutrientes y antioxidantes. Frutas, verduras, aceites vegetales y sol son la clave, y todos son, además, los protagonistas del verano.
¿Te apuntas a cuidar tu bronceado con nuestros consejos?
El betacaroteno es una molécula que siempre acude a nuestra mente cuando pensamos en bronceado y alimentación, pero, ¿sabemos realmente qué es?
Es un pigmento precursor de la vitamina A, que actúa acelerando el bronceado para favorecer la síntesis de melanina, que a su vez actuará como filtro natural de los rayos ultravioletas del sol y nos proporcionará el deseado bronceado.
Podemos encontrarlo en vegetales de color anaranjado, rojo o verde como zanahorias, remolacha, tomate, pimiento y albaricoques.
Además, el segundo aliado para proteger tu piel de los rayos del sol es la vitamina C, potente antioxidante que protege las células frente a la acción de los radicales libres. Se encuentra sobre todo en los cítricos y el pimiento verde.
La vitamina E es uno de los antioxidantes más potentes de nuestra alimentación, a la que se le atribuye un especial papel cicatrizante. Por estas propiedades, nos valdremos de ella para proteger la piel de la exposición al sol y tratar las posibles quemaduras solares. En la alimentación cotidiana, está presente en el aguacate, las almendras, el aceite de oliva, y los vegetales de hoja verde.
Además, para mantener nuestra piel correctamente hidratada, nada que mejor que un aporte adecuado de agua, que permita el cuidado y la elasticidad de todas sus capas dérmicas.
¿Empezamos a cuidarnos?