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Durante los largos e intensos días de calor del verano deseamos llevar una alimentación sana, refrescante, ligera y saludable. Sin embargo, en muchas ocasiones no sabemos qué debemos hacer y qué no para que esta alimentación satisfaga nuestras necesidades alimenticias y a la vez nos aporte los valores nutricionales necesarios para nuestro día a día.
Según la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación’ (SEDCA) tenemos que tener en cuenta ciertos hábitos de consumo e incluir determinados alimentos de forma obligatoria en nuestra alimentación para mantener una vida sana y saludable. Algunos a los que hace referencia son los siguientes:
El verano es una buena época para realizar cambios. El organismo en verano no necesita trabajar tanto, por lo que consume muchas menos calorías. De ahí que la alimentación debe cambiar y adaptarse a los intensos días de calor. Asimismo, el número de comidas al día también se puede ver alterado e incluso se suprimen algunas, por ejemplo se trasnocha más, por lo que no se madruga y por lo tanto no se desayuna.
Por lo tanto, aunque tengamos mucho más tiempo libre y/o pasemos muchas más horas en la calle debemos adquirir igualmente una rutina para favorecer una dieta sana y equilibrada. Según recomiendan expertos sanitarios, deben realizarse al menos cuatro comidas al día, no picar entre horas e hidratarse en todo momento.
Según dichos expertos, una dieta perfecta para la época estival debe contener todos los grupos de la pirámide de la alimentación como grasas, hidratos de carbono y proteínas pero con las proporciones adecuadas, reduciendo los más perjudiciales y sustituyéndolos por otros mucho más saludables.
No deben faltar nunca la fruta y como mejor refresco el agua, de esta forma el calor será mucho más llevadero, a la vez de mantenemos una dieta rica, sana y saludable.