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Existen numerosas formas de preparar los alimentos. Sartén, microondas, brasa, plancha… En este caso nos centraremos en el horno. ¿Conoces las ventajas de cocinar en este limpio y saludable electrodoméstico?, ¿sabías cómo se cocina el alimento dentro del horno?, ¿y cómo guardar después los alimentos horneados?
Sigue leyendo, ¡que te lo contamos todo!
El horneado es un método de cocción que consiste en cocer un alimento sometiéndolo a la acción indirecta del calor en un ambiente seco. Las temperaturas dependen del horno y la receta que empleemos, pero suelen oscilar entre los 120 y 280°C.
Para las preparaciones al horno se suele utilizar algún tipo de recipiente o bandeja sobre una rejilla. Untaremos el alimento con un poco de aceite, alguna otra grasa (mantequilla, manteca) o algún caldo de cocción. Estos caldos son muy útiles para evitar que el alimento se seque en exceso por la acción del calor.
Una cocción segura
Cuando se somete al alimento a un calor intenso y continuado, las posibles bacterias que puedan estar presentes y causar riesgos pierden su poder patógeno ya que quedan inoculadas. Aunque depende del tipo de alimento, se necesita aproximadamente entre 30 minutos y una hora para que esté bien cocinado, además de una temperatura superior a 70ºC en el centro del alimento, ya que hasta que no se superan los 55ºC, no podríamos considerar que empezamos a eliminar el riesgo.
Generalmente, las preparaciones en el horno suelen consumirse de inmediato, pero si sobrara parte hemos de tener en cuenta que los alimentos cocinados deben conservarse en refrigeración para prevenir riesgos. Por debajo de los 10ºC se reduce el riesgo de contaminación por multiplicación de microorganismos, pero, para garantizar esta salubridad, el tiempo de enfriamiento desde el final de la cocción hasta llegar a los 10ºC no debería superar las dos horas.
Ahora que podemos cocinar casi cualquier alimento sabiendo todo lo que ocurre con los alimentos dentro del horno, ¿qué se te ocurre cocinar?