¿Alimentación descontrolada en verano? Te damos algunos consejos

Alimentación en verano ¿Cómo influye?

La alimentación no debe ser invariable, de hecho, los especialistas en alimentación aconsejan que cambie en función de las estaciones, manteniendo siempre un equilibrio. Por ejemplo, en verano se aconseja que se apliquen unos ligeros cambios que nos hagan sentir bien.

Durante la época estival es mucho más cómodo y saludable consumir alimentos con un alto contenido en agua, sobre todo porque resultan más frescos y la necesidad de sentirse hidratado es mayor. Asimismo, los especialistas en alimentación recomiendan que los cambios estacionales en la dieta deben hacerse gradualmente y de forma sutil para que no sean contraproducentes.

Veamos algunos ejemplos de estos posibles cambios a continuación:

  • Comenzar a incluir una ración de verdura y fruta al día
  • Reducir poco a poco los alimentos ricos en grasas (no debemos privarnos de ellos sino saber elegir los más saludables)
  • Se deben realizar mínimo tres comidas al día: desayuno, almuerzo y cena. Adicionalmente se pueden hacer también dos meriendas a lo largo del día.
  • Cuidar la forma de preparar los alimentos para no cargarlas de aceite frito ni sal.
  • Evitar el picoteo entre horas


Hábitos para equilibrar la alimentación en verano

No sólo debemos realizar esos pequeños cambios, sino que también debemos establecer ciertos hábitos en nuestra alimentación que ayudará a que tengamos un verano saludable y lleno de sabor. Dichos hábitos son los siguientes:

  • Hidratarse muy bien: tomar mucha agua y consumir frutas y verduras que se puedan tomar en sopas frías.
  • Seguir una dieta mediterránea: mantener un patrón continuado de alimentación rica en vitaminas y minerales de forma equilibrada hará que el verano no se convierta en una pesadilla. Lo ideal es consumir diariamente frutas, verduras y alimentos que provengan de cereales o legumbres, moderando el consumo de carnes rojas sustituyéndolas cuando se pueda por pescado y/o huevos.
  • Evitar las bebidas calóricas: reducir el consumo de refrescos azucarados, bebidas alcohólicas y sustituirlas por otras que no contengan elevados niveles de azúcar.
  • Moderar la ingesta incontrolada de comida y el picoteo: controlar las cantidades de comida a consumir es importante para mantener una dieta sana y saludable tanto en verano como en cualquier otra época del año. Evita tanto consumir en exceso como quedarte con hambre.
  • Date un capricho, pero sólo ocasionalmente: darnos un capricho dulce es algo que nos llena de alegría pero que hay que tener cuidado ya que un consumo en exceso de este tipo de alimentos puede ocasionar problemas de salud.

Recordad siempre que una alimentación sana y saludable sienta bien a nuestro cuerpo y mente. ¡Larga vida healthy!