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Las verduras congeladas son saludables y por eso han ganado popularidad como una alternativa práctica a las frescas. Su disponibilidad durante todo el año y la facilidad de preparación las convierten en una opción atractiva para muchas personas. Sin embargo, existen dudas sobre si su valor nutricional se mantiene intacto y si realmente son una elección adecuada para una dieta equilibrada. Por eso, hemos decidido analizar los pros y contras de las verduras congeladas para poder ayudarte a conocer mejor las cualidades de este tipo de productos congelados.
Uno de los mitos más extendidos es que las verduras congeladas pierden nutrientes durante el proceso de congelación. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que esto no es cierto.
En el caso de que comprar verduras ya congeladas, has de saber que estas se congelan poco después de ser cosechadas, lo que permite conservar gran parte de sus vitaminas y minerales. De hecho, en algunos casos pueden ser más nutritivas que las frescas, ya que estas últimas pueden pasar días o semanas en transporte y almacenamiento antes de llegar a los consumidores.
Eso sí, algunos nutrientes pueden verse afectados por el proceso de congelación, especialmente las vitaminas hidrosolubles como la vitamina C y algunas del grupo B. Pero la diferencia es mínima si se comparan con las verduras frescas almacenadas durante largos periodos.
Además, la forma en que se cocinen también influye en la conservación de los nutrientes. Por ejemplo, hervirlas en exceso puede provocar una mayor pérdida de vitaminas, por lo que métodos como cocinar al vapor o el salteado son más recomendables.
Las verduras congeladas pueden ser una excelente alternativa para mantener una alimentación saludable, siempre que se elijan correctamente. Es más, estas son algunas de las ventajas de consumirlas:
Sin embargo, no todas las verduras congeladas son iguales. Algunas pueden llevar aditivos, conservantes o salsas que reducen su valor saludable. Es importante revisar la etiqueta y optar por opciones sin ingredientes añadidos.
Sí, incluir verduras congeladas en la dieta es una opción recomendable pero es importante recordar que hay que elegirlas bien, prepararlas de la forma más adecuada y recordar incluir otros alimentos frescos en nuestra dieta.
El principal factor a tener en cuenta es cómo se cocinan. Para preservar al máximo sus nutrientes, es muy recomendable:
Las verduras congeladas pueden ser especialmente útiles para aquellas personas con poco tiempo para cocinar o que desean mantener una alimentación variada sin depender de la disponibilidad de productos frescos. Además, son una gran solución para hogares donde las verduras frescas se estropean rápidamente.
No todas las verduras reaccionan igual al proceso de congelación. Algunas mantienen mejor su textura, sabor y nutrientes que otras. Encuentra los mejores congelados a domicilio en bofrost*:
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En cambio, algunas verduras y hortalizas no resisten bien la congelación. Por ejemplo, las propiedades de verduras como el tomate, la lechuga o el pepino, hacen que se vuelvan blandos al descongelarse.
Por otra parte, hay que tener en cuenta la diferencia entre congelado y ultracongelado. El proceso de ultracongelación de vegetales permite mantener la materia prima en perfectas condiciones, con bajo impacto medioambiental y reutilizando todo el producto desechado.
Si hablamos de pros y contras de las verduras congeladas, creemos que el siguiente es, sin duda, uno de los pros más ganadores.
Si queremos saber cómo evitar el desperdicio alimenticio, la verdura congelada nos ofrece soluciones eficaces.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lleva muchos años luchando contra el desperdicio alimentario, ya que lo consideran un problema real que suscita el interés de muchas organizaciones y que requiere una actuación inmediata para poder mitigar el impacto negativo que ocasiona.
Según indica FAO es importante comentar que se desperdicia cerca del 50% de tubérculos, frutas y hortalizas, por lo que es fundamental tener en cuenta que el consumo de verduras congeladas, o de otros productos congelados, puede ser una solución ante este problema que en muchas ocasiones genera residuos que pueden llegar a evitarse.
Las verduras congeladas llegan a los consumidores limpias y listas para consumirse o cocinarlas, por lo que facilita la vida del hogar de muchas personas, a la vez que ayuda a que el consumo de las mismas sea moderado.
En bofrost* apostamos por una dieta sana y equilibrada apostando por el consumo de verduras ultracongeladas que además de ofrecer unas cualidades nutritivas excepcionales, da color a la mesa donde se expongan. Solo hay que saber combinarlas para que el sabor sea todavía mejor del que posee la propia materia prima.
¿Qué te parece?, analizando los pros y contras de la verdura congelada, ¿qué conclusiones sacas?
Nosotros creemos que la verdura congelada tiene más pros que contras y que pueden ser una excelente opción para mantener una dieta equilibrada sin renunciar a la comodidad de conservarla en el congelador. Siempre que se elijan variedades sin aditivos y se cocinen de forma adecuada, pueden ser una alternativa igual de saludable que las frescas.