La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud. En el corazón de una dieta saludable se encuentran los nutrientes, compuestos que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Comprender qué son los nutrientes, sus diferentes tipos y cómo obtenerlos es esencial para mantener un estilo de vida saludable. En este artículo vamos a explorar todas estas cuestiones para que puedas comprender las bases de cómo crear un menú diario sano y a tu gusto.
¿Qué son los nutrientes?
Los nutrientes son sustancias que se encuentran en los alimentos y que son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Estas sustancias proporcionan la energía necesaria para las actividades diarias, ayudan en la construcción y reparación de tejidos, regulan procesos metabólicos y aseguran el funcionamiento adecuado de los sistemas corporales.
Nuestro cuerpo no puede producir todos los nutrientes que necesita, por lo que debemos obtenerlos a través de la alimentación. Esto hace que una dieta variada y equilibrada sea clave para asegurarnos de que estamos recibiendo la cantidad adecuada de cada uno de ellos.
¿Qué tipos de nutrientes hay?
Los nutrientes pueden dividirse de distintas formas dependiendo de su compuesto (inorgánicos u orgánicos) su función (enérgica, plástica o reguladora) y la cantidad que necesitamos (macronutrientes y micronutrientes).
Nutrientes inorgánicos
Los nutrientes inorgánicos son aquellos que no contienen carbono en su estructura química y se obtienen principalmente de fuentes no vivas. Los principales nutrientes inorgánicos son los minerales y el agua. Aunque a menudo se les presta menos atención que a los nutrientes orgánicos, son fundamentales para diversas funciones del cuerpo.
- Minerales: Los minerales son elementos químicos esenciales para el funcionamiento celular y la formación de tejidos. Se dividen en dos tipos:
- o Macrominerales: Son necesarios en mayores cantidades e incluyen el calcio, fósforo, potasio, sodio, cloro, magnesio y azufre. Estos minerales desempeñan funciones clave, como el mantenimiento de la salud ósea (calcio y fósforo) y la regulación del equilibrio de líquidos en el cuerpo (sodio y potasio).
- o Oligoelementos: Son necesarios en cantidades mucho menores, pero igual de importantes. Entre ellos se encuentran el hierro, zinc, cobre, selenio, yodo y manganeso. Estos elementos ayudan en la formación de enzimas y hormonas, así como en la función inmunológica.
- Agua: Aunque muchas veces no se le considera un nutriente en el sentido estricto, el agua es fundamental para la vida. Constituye aproximadamente el 60-70% del peso corporal y es necesaria para el transporte de nutrientes, la eliminación de desechos, la regulación de la temperatura corporal y la lubricación de las articulaciones. Beber suficiente agua diariamente es crucial para mantener estas funciones y evitar la deshidratación.
Nutrientes orgánicos
Los nutrientes orgánicos son aquellos que contienen carbono y son proporcionados por organismos vivos. Estos incluyen los carbohidratos, proteínas, lípidos (grasas) y vitaminas. Cada uno de estos nutrientes orgánicos desempeña un papel específico en el cuerpo y es vital para la salud.
- Carbohidratos: Son la principal fuente de energía para el cuerpo. Se encuentran en alimentos como cereales, frutas, verduras, legumbres y productos lácteos. Los carbohidratos se pueden clasificar en simples y complejos, dependiendo de su estructura. Los carbohidratos complejos, presentes en alimentos integrales, aportan una liberación más lenta de energía y son más beneficiosos para la salud.
- Proteínas: Son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, incluyendo músculos, piel y órganos. Las proteínas están compuestas por aminoácidos, algunos de los cuales son esenciales, lo que significa que deben obtenerse de la dieta. Fuentes de proteínas incluyen carnes, pescado, huevos, lácteos, legumbres, frutos secos y semillas.
- Lípidos (grasas): Las grasas son una fuente concentrada de energía y son necesarias para la absorción de ciertas vitaminas (A, D, E y K). También son fundamentales para la formación de membranas celulares y hormonas. Se pueden clasificar en grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, siendo estas últimas (presentes en pescados grasos y aceites vegetales) las más beneficiosas para la salud cardiovascular.
- Vitaminas: Son compuestos orgánicos necesarios en pequeñas cantidades para el correcto funcionamiento del cuerpo. Se dividen en:
- Vitaminas liposolubles: Solubles en grasa, como las vitaminas A, D, E y K. Se almacenan en el tejido graso del cuerpo.
- Vitaminas hidrosolubles: Solubles en agua, como la vitamina C y el grupo de vitaminas B (B1, B2, B3, B6, B12, ácido fólico, entre otras). Estas no se almacenan en el cuerpo en grandes cantidades, por lo que es importante su ingesta regular a través de la dieta.
Nutrientes esenciales y dónde encontrarlos
Los nutrientes esenciales son aquellos que el cuerpo no puede sintetizar por sí mismo en cantidades suficientes y, por lo tanto, deben ser obtenidos a través de la dieta. Estos nutrientes son vitales para el crecimiento, el desarrollo y la prevención de enfermedades.
- Proteínas y aminoácidos esenciales: Los alimentos con proteína por excelencia son de origen animal como carnes, pescado, huevos y productos lácteos. Sin embargo, también es posible obtenerlos de fuentes vegetales como legumbres, quinoa, soja y frutos secos, aunque se requiere una combinación adecuada para asegurar una ingesta completa de aminoácidos.
- Ácidos grasos esenciales: Omega-3 y omega-6 son tipos de grasas que el cuerpo no puede producir. Se encuentran en pescados grasos como el salmón, las semillas de lino, las nueces y los aceites vegetales. Estos ácidos grasos son esenciales para la salud del cerebro y la función cardiovascular.
- Vitaminas y minerales: Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales esenciales. Por ejemplo, la vitamina C se encuentra en cítricos, fresas y pimientos, mientras que la vitamina A se obtiene de zanahorias, espinacas y batatas. Los minerales como el hierro se encuentran en carnes rojas, espinacas y legumbres, mientras que el calcio está presente en lácteos, almendras y brócoli.
- Agua: Aunque no es un "alimento", el agua es esencial y debe consumirse diariamente. La cantidad recomendada varía según la edad, el nivel de actividad física y el clima, pero en general, se sugiere una ingesta de al menos 2 litros al día para la mayoría de los adultos.
Los nutrientes son la base de una alimentación equilibrada y saludable. Entender su importancia, los distintos tipos que existen y cómo obtenerlos es fundamental para mantener una buena salud. Al incluir una variedad de alimentos ricos en nutrientes en nuestra dieta diaria, nos aseguramos de que nuestro cuerpo reciba lo necesario para funcionar de manera óptima. Recuerda que no solo se trata de comer, sino de nutrir nuestro organismo con lo mejor para vivir de manera plena y saludable. Si no tienes mucho tiempo para cocinar, siempre puedes recurrir a los platos preparados de bofrost* y nuestros alimentos congelados, que conservan todos sus nutrientes y te facilitan la vida. ¡Cuida tu alimentación y tu cuerpo te lo agradecerá!