¿Es importante comer de forma emocional? 

Las emociones en la comida

Las emociones juegan un papel importante en las elecciones alimentarias. Cuando estamos tristes no nos apetece comer por ejemplo una pieza de fruta sino algo dulce como chocolate o algún otro postre dulce, pero… ¿esto es bueno o malo?

Por supuesto, debemos consumir verduras y hortalizas a diario pero ¿qué pasa si sentimos el deseo de comer ese trozo de chocolate o ese helado en verano? Creemos que el no comernos ese chocolate es más sano que no comerlo, la respuesta es correcta pero no es del todo cierto, tiene matices que a continuación detallamos.

A menudo nos prohibimos consumir alimentos por el miedo a coger peso pero realmente esto no es tener una buena relación con la comida.

Para tener una alimentación saludable no hay que ser estrictos con nuestra alimentación, ni dejar de tener vida social por miedo a esta, para tener una alimentación saludable hay que tener una buena relación con la comida. ¿Qué significa esto? Que debemos escucharnos.

El hecho de consumir un día nuestro helado favorito, no va a condicionar nuestra alimentación, esto sería solo el 5% de ésta. El problema viene cuando ocasionado cuando el consumo de alimentos procesados, bollería y largo etc. Es de forma continua, o nos damos atracones con los que nos castigamos los días posteriores. Los atracones vienen de las emociones, de cómo las gestionamos, de las exigencias, prohibiciones, estímulos sociales, factores personales… en estas situaciones es donde más tenemos que escucharnos y ante esos atracones analizar ¿Por qué me estoy dando este atracón? ¿Qué lo ha provocado? Para poder ponerle un solución.

Como vemos, la psicología juega un papel fundamental es nuestra alimentación, de aquí sale el termino psiconutrición. Esta ciencia trata los problemas con la comida a través de la psicología, ayuda a mejorar esta relación con la comida, acompaña en todo el proceso de cambio de hábitos y trabaja la adherencia a esta.

Hay que comer emocionalmente, disfrutar y sentir placer por lo que comemos para nutrir nuestras emociones a través de la comida.