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¿Tradición entrañable o bomba calórica? Sea cual sea la opción que elijas, lo cierto es que las torrijas son un auténtico libro abierto de historia y cultura que seguro no imaginabas. ¡Sigue leyendo para conocer un poco más este dulce típico de Semana Santa!
A lo largo de décadas las torrijas han ocupado sobremesas con la llegada de la primavera, asociándose a postres típicos de Cuaresma, aunque su origen no ha sido precisamente acompañar una comida, sino más bien representarla.
Hay muchas versiones de torrijas, bañadas en leche,, en vino, con azúcar, miel, canela, chocolate, pero… ¿cuál es la original?
Según expertos reposteros, la torrija clásica se prepara bañando el pan en leche hervida con canela y cáscara de limón, rebozándolo en huevo y friéndolo en aceite de oliva, aunque son cada vez más frecuentes en nuestras mesas las opciones de torrijas bañadas en miel o espolvoreadas con azúcar. Pero no queda ahí la innovación, el rotundo éxito de este recurso para el hambre ha desatado un ameno debate acerca de dónde están los límites de las variantes que podrían aplicarse a las torrijas ¿Rellenas de crema, bañadas en té verde o recubiertas de chocolate? ¿Sólo dulces o cabe la posibilidad de probarlas saladas?
A pesar de que conozcamos las torrijas como elementos significativos de la gastronomía de Cuaresma, las torrijas cubrieron hace décadas una necesidad muy distinta.
Durante periodos de hambre y épocas de dificultades económicas para las familias, se necesitaba un alimento que pudiese alimentar a todos los comensales y a la vez, aprovechar los restos de alimentos básicos que quedaban sin uso como pan de días anteriores, leche cerca de su vencimiento, o vino a punto de enranciar. No eran tiempos para desperdiciar…
A raíz de aquí se hacen muy conocidas y exitosas entre todos los públicos que se deleitan consumiéndolas a media tarde o después de un buen guiso de vigilia, por lo que, de ser conocidas en las casas más humildes, ahora llegan a los paladares más exquisitos como el manjar sencillo que representan.
¿Sabías que a mediados del siglo XX se hicieron muy famosas en Madrid, acompañadas de un vaso de vino?, ¿o que países como Alemania, Inglaterra o Francia también han realizado versiones de las torrijas en su gastronomía?
Curiosidades sin fin relacionadas con su procedencia, cultura asociada, ingredientes y propiedades que no harán más que aumentar el deseo de hincarle el diente que nos produce sólo pensar en ellas. Y tú, ¿te apuntas a una?